Desde la infancia, la fotografía ha sido una parte integral de mi vida. Cada momento desde mi nacimiento ha sido capturado en cámara. Toda la casa está llena de recuerdos vívidos, viajes y momentos felices. Para mí, la fotografía es una oportunidad de congelar el tiempo por un momento, dejando gratos recuerdos y felices emociones en el encuadre. Cuando era adolescente, pensé en convertirme en fotógrafo. Y en ese momento, la fotografía se convirtió en mi pasatiempo, y tomaba fotografías en varios eventos o simplemente salía de la casa tratando de capturar momentos más alegres con amigos. Habiendo ingresado a la universidad como diseñador gráfico (que también jugó un papel importante en mi desarrollo como fotógrafo), comencé a regresar gradualmente a la fotografía, pero no como un pasatiempo. Empecé a trabajar en varios proyectos, fotografiando mascotas de manera profesional y varios eventos como bodas, cumpleaños y más. Y durante más de 7 años, la fotografía ha sido una parte importante de mi vida.

Han pasado casi tres años desde que me mudé a vivir a Puerto Escondido. Es una ciudad deslumbrante con increíbles puestas de sol y grandes oportunidades para la fotografía de playa y estilo tropical. Fotografiando bodas, propuestas de matrimonio, parejas, familias y animales en un lugar como Puerto Escondido, te das cuenta de lo romántico y hermoso que es. También es con mucha alegría que voy a otras ciudades de México para fotografiar bodas y eventos importantes.

La fotografía es una oportunidad para transmitir sentimientos, emociones, el carácter de una persona y la belleza del momento. Para mí siempre es lo más importante tener un contacto interior con mis clientes y transmitir en mis fotografías su personalidad, sentimientos, emociones y todo lo que sucede a su alrededor. Me gusta capturar momentos y sonrisas, emoción, romance, dejando recuerdos vívidos captados en cámara.